Page 32 - Papelucho - 3° - Julio
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estaba escribiendo mi diario yo no sé qué hacer. Lavé la colcha y la
mancha no salió. Entonces tuve que recortarle el pedazo y cuándo
venga mi mamá le encargaré uno de la misma forma. La cuestión es
que ella venga antes del 1º, que es cuando toca que nos cambien la
colcha y van a descubrir lo de la mía.
Todo esto le pasa a uno porque le roban la lapicera. Y uno no tiene
la culpa, por eso no dan muchos remordimientos.
Marzo 24
En fin, no sé por qué a uno le pasan cosas tan terribles.
En el colegio están haciendo un pozo inmenso y a la hora de recreo
fui a verlo, porque me habían contado que era tan inmenso que yo
necesitaba verlo. Los obreros que estaban en el fondo me convidaron a
bajar y yo bajé por un cordel. Desde abajo se veía el cielo y había un
olorcito rico a tierra mojada. Como a mí no me gusta estar ocioso,
ayudé a los obreros a sacar tierra y piedras y yo me encargaba de llenar
los tarros. Estaba tan entretenido que no me acordé de nada hasta que
vi que el cielo se había puesto medio nublado y sentí un hambre terrible
en el estómago. En eso los obreros salieron del hoyo, se pusieron
zapatos y ropa y allí yo con ellos.
Eran las seis de la tarde y yo estaba ahí desde la una y media.
Me fui derecho donde el Padre rector y le dije lo que me había
pasado.
—Ya me habían notificado su desaparición. Hace media hora se dio
cuenta de ella a sus padres.
—Es que no me habrán buscado cuando no supieron que estaba en
el pozo —reclamé.
—Aquí, jovencito, hay profesores y sacerdotes. No perros de caza ni
tampoco detectives. Por lo demás, el alumno que no quiere estudiar y
huye de las clases no tiene por qué estar aquí. Al fin y al cabo, es por el
bien de ustedes y no queremos a nadie a la fuerza.
—Padre rector, yo quiero estudiar y nunca me escapé de la clase.
—Eso podía haberlo dicho ayer. Hoy no. Este colegio tiene un
reglamento y ese reglamento se respeta. Siento decirle que está
expulsado.
—Yo no quiero irme. Quiero que me castiguen, más bien.
—¿Por qué no quieres irte?
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