Page 35 - Papelucho - 3° - Julio
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vino una rabia a la cabeza que le pegué una bofetada y le salió sangre
                  de las narices.

                        El Padre Carlos me vio y me arrestó. Me preguntó por qué le había
                  pegado, pero yo no le dije más  que porque tenía rabia. Entonces
                  Gómez, cuando se le paró la sangre, me vino a decir que yo era un
                  "gran tipo". A mí se me infló el pecho y Gómez me dijo que en cuanto

                  pudiera me iba a pagar y que iba a obligar a que todos me pagaran.
                        Ahora somos tan amigos que los dos nos contamos los secretos y
                  Gómez es más amigo mío que de nadie, y eso que es el primero de la
                  clase y todos lo siguen y yo no tengo necesidad.

                        Yo estoy muy contento de ganarme la vida solo y no como Javier
                  que pide plata para las cosas de él.
                        A ratos me dan ganas de no cobrarle la deuda al Chato Espiñeira
                  que es tan pobre, pero a ratos me da lástima yo mismo que trabajo a

                  horas extras, y se la cobro. Él me ha prometido pagarme el sábado, que
                  es mañana.
                        A ratos me dan ganas de hacer un gran invento y casi me viene la
                  idea, pero resulta que no tengo  tiempo. En todo caso, debe ser

                  estupendo para los padres de uno tener un hijo genial.
                                                                                                  Abril 4
                        Hoy fui al pozo a ver al Chato  y no había nadie. Pero, buscando
                  rastros, me encontré con un paquete y lo desenvolví y eran mis ojotas.

                  Y dentro había una carta para mí del Chato. La letra es pésima y las
                  palabras todas como cortadas y decía así: "A quí le de jo lo pro me ti do
                  y lo que le de bo se lo si go de bien do por que ya no tra ba ja re más a
                  quí. Espiñeira", y lo peor es que adentro de la ojota estaba la llave de la

                  Capilla. Yo fui a ponerla en su lugar, pero ahora no le hace porque le
                  cambiaron la cerradura.
                        Gómez sigue siendo muy amigo mío y me ha pagado ya veinte
                  pesos, pero ahora no quiere ayudarme a cobrarle a los demás, sino que

                  me dice que cobre anticipado y así estoy más seguro. Ya escribo tan
                  ligero como una máquina y, sobre todo, ahora me encanta escribir todo
                  el tiempo la misma cosa y me cuesta mucho hacer el diario porque cada
                  palabra es distinta.

                                                                                                  Abril 5
                        Hoy salió Gómez al dentista con  su mamá y me trajo de regalo



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