Page 165 - La Casa de Bernarda Alba
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DOÑA ROSITA LA SOLTERA
AMA (Entra): -No lo encuentro.
ROSITA: -¿Será posible que no se sepa dónde está mi sombrero?
AMA: -Ponte el azul con margaritas.
ROSITA: -Estás loca.
AMA: -Más loca estás tú.
TíA (Vuelve a entrar): -¡Vamos, aquí está! (Rosita lo toma y sale
corriendo)
AMA: -Es que todo lo quiere volando. Hoy ya quisiera que fuese
pasado mañana. Se echa a volar y se nos pierde de las manos. Cuan
do chiquita tenía que contarle todos los días el cuento de cuando
ella fuera vieja: "Mi Rosita ya tiene ochenta años" ... y siempre así.
¿Cuándo la ha visto usted sentada a hacer encaje de lanzadera o fri
volité, o puntas de festón o sacar hilos para adornarse una chapona?
TíA: -Nunca.
AMA: -Siempre del coro al caño y del caño al coro; del coro al
"
caño y del caño al coro.
TÍA: -¡A ver si te equivocas!
AMA: -Si me equivocara no oiría usted ninguna palabra nueva.
TíA: -Claro es que nunca me ha gustado contradecirla, porque
¿quién apena a una criatura que no tiene padre?
AMA: -Ni padre, ni madre, ni perrito que le ladre, pero tiene un
tío y una tía que valen un tesoro. (La abraza).
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