Page 102 - Alicia en el país de las maravillas
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-Estaban  obligados  a  admitirlo  como  compañero                   -Levántate y repite: "La cigarra, habiendo cantado ... "
             -contestó la falsa tortuga-. No hay un pez prudente que              -ordenó el grifo.
             no vaya con un delfín a todas partes.                                    "iQué manera de mandarse unas a otras estas criaturas y
                 -lRealmente? -preguntó Alicia muy sorprendida.                   cómo hacen que una repita las lecciones! -pensó Alicia. Me
                 -Naturalmente. Siempre que un pez me propone un via-             vuelvo a sentir en el colegio de nuevo."
             je, la primera pregunta que hago es: "lCon qué delfín voy?"              Sin embargo, se puso de pie y empezó a recitar lo que le
                 -lNo querrás decir más bien: "lCon qué fin?"                     pedían. Pero tenía la cabeza llena con las palabras de la can­
                 El grifo volvió a interrumpirle, diciendo:                       ción de la cuadrilla de las langostas, así es que apenas se da­
                 -Vamos, cuéntanos algunas otras de tus aventuras.                ba cuenta de lo que estaba diciendo. Las palabras que salían
                 -Podría contarles mis aventuras, empezando con las de            de sus labios eran, ciertarpente, muy extrañas.
             esta  mañana  -declaró  tímidamente  Alicia-.  Pero  no                  Y la voz de la langosta decía con desconsuelo:
             tendría objeto que hablara de ayer, porque entonces yo era
             una persona distinta.                                                -Me han cocido demasiado; quiero azúcar en el pelo.
                 -Explícanos todo eso -dijo•fa tortuga falsificada.               Igual que un pato, con toda su nariz y sus pestañas,
                 -No, no, las aventuras primero -gritó el grifo con tono          se abrocha su cinturón y anda siempre con mil mañas.
             impaciente-. Las explicaciones ocupan mucho tiempo.
                 Entonces Alicia empezó a contarles sus aventuras desde               -Eso es muy diferente a lo que yo acostumbraba a decir
             el momento en que vio por primera vez al conejo blanco. Al           cuando era niño -comentó el grifo.
                              a
             principio se sentí un poco nerviosa porque las dos criaturas             -Jamás lo había oído antes -agregó la tortuga falsifica­
             se le  aproximaron terriblemente cerca, una a cada lado, y           da-. Pero parece una vulgaridad, un disparate.
             abrían tanto los ojos y la boca, que daba miedo. Pero Alicia             Alicia no contestó nada. Se había sentado de nuevo con
             se armó de valor y continuó. Su auditorio permaneció perfec­         la cara. escondida entre las manos, pensando qué podría su­
             tamente silencioso y quieto, hasta que ella llegó a la parte en      cederle sivolviese de nuevo a su estado natural.
             que repetía: "Eres viejo, padre Guillermo". En ese momen­                -Me gustaría que me explicaras -observó en to_nces la
             to, la tortuga falsa, dando un gran suspiro, dijo:                   tortuga falsificada.
                · -i&o es muy curioso!                                                -No puede explicarlo -dijo apresuradamente el gri-
                 -Es todo lo más curioso que puede ser -comentó el gri-           fo-. Sigue con el verso siguiente.
             fo.                                                                      -lPero eso que dice de los ojos y de las narices?
                 -iY tan diferente!  -agregó tristemente la tortuga fal­              -Es la primera postura de la danza -contestó Alicia.
             sificada -. Me gustaría tratar de repetir un trozo. Dile que lo          Sin embargo, todo el asunto la tenía bastante desconcer­
             repita -dijo, dirigiéndose a! grifo esta vez, como si el animal      tada, y deseaba cambiar de tema de conversación.
             tuviera alguna autoridad sobre Alicia.


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