Page 32 - Julito Cabello, los zombis enamorados

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Entonces, tengo que averiguar por qué
el idiota del Aarón (que anda como vege­
tal) se junta con la Marilú (que es medio
animal).
¿Qué quiere?, ¿cuál es la idea?
La verdad, es que este asunto me tie­
ne bien chato y no tengo ganas de andar
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estudiando qué pasa. Y la famosa espini­
lla también me tiene agotado, porque me El han1ster y el reno
duele.
Y harto, porque todavía está roja, arde y
palpita, como si fuera una ojiva nuclear.

Otra mañana más en el infierno de

la soledad.
Qué horror.
Me desperté, me levanté, ni me miré al
espejo y me fui a sentar a la cocina, cuan­
do apareció el hamster-niño antes cono­
r ido como Beltrán.
-¿Ulito?- me dijo, me miró deteni­
damente ... Y se largó a reír.
Lo último que me faltaba: que un her­
mano menor que se cree ratón se ría de
mí.
Arrrgh. Y siguió: