Page 18 - El vampiro vegetariano
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—Siempre estoy animado los sábados por la —Anda, acompáñame a comprar el pan.
mañana -dijo el niño. —No debería, por meterte conmigo.
—¿Has dormido bien? -preguntó Lucía con —No te quejes, que anoche te dejé desvalijar la
retintín-. ¿No has tenido pesadillas? nevera, a pesar de las advertencias de tu madre.
—Pues no, para que te fastidies -contestó él —¿Desvalijar la nevera? ¡Qué morro! ¡Si solo me
dedicándole a Lucía una de sus muecas más dejaste hacerme un bocata!
horribles-. He soñado con los angelitos. —Sí, solo un bocata, con una barra de cuarto
—¿Con los angelitos o con las Camilitas? -dijo entera y medio pollo con mayonesa.
la niña. A Tomás se le caía la baba cada vez que —El pan se pone duro si no te lo comes el
veía a Camila, y Lucía no perdía ocasión de mismo día. Está feo desperdiciar comida.
tomarle el pelo por ello. —Sí, sí, tú cébate bien cebado y verás qué
La portera soltó una de sus ruidosas carca- contento se pone el señor Lucarda -comentó
jadas, y el niño las miró a las dos con expresión Lucía echando a andar.
feroz. —¡Te tengo dicho que no me lo menciones! -
—Ya podéis reíros -dijo poniéndose rojo hasta exclamó Tomás yendo tras ella.
la punta de las orejas-. De mayor me casaré con
—Está bien; si no quieres que te lo mencione, no
ella. Y no sé si os invitaré a la boda. te contaré lo que me ha dicho Rosi.
—Pues tu novia acaba de salir en este mo- —¡Cuéntamelo!
mento -comentó Lucía conteniendo la risa-. Y, —¿Me llevarás la bolsa del pan, como un
por cierto, estaba guapísima, ¿verdad, Rosi? perfecto caballero?
—Y que lo digas -convino la portera-. Parecía —Eres una vil chantajista... Está bien, está bien,
la portada de una revista del corazón. te llevaré la bolsa.
Tomás corrió hacia la puerta y miró a derecha — Pues resulta que ayer Rosi estuvo en su
e izquierda; pero su adorada ya no estaba a la CMSil.
vista. Lucía fue junto a él y le dijo:
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