Page 21 - El vampiro vegetariano
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—¿De  verdad?  ¿No  te  lo  estás  inventando?  -  —O las dos cosas. Primero te chupa la sangre y

 preguntó el niño con los ojos muy abiertos.   luego te saca las mantecas -dijo Lucía dándole un
 —Te lo prometo. El  señor Lucarda quiere que   pellizco a Tomás en el michelín.
 Rosi le haga la limpieza una vez a la semana, y le   —Sí, tú ríete, pero te advierto que los vampiros

 estuvo  enseñando  la  casa  para  decirle  las  cosas   prefieren a las chicas.
 que no tiene que tocar.
 —Pero las señoras de la limpieza lo tocan todo.

 —Normalmente,  sí;  pero  por  lo  visto  él  tiene
 algunas cosas que no quiere que nadie toque.
 —¿Como qué?

 —Como un ataúd.
 —¡Anda  ya! ¡Eso  no  me  lo  creo  ni  harto  de
 chocolate!  -exclamó  Tomás,  aunque  por  la  ex-

 presión  de  su  cara  se  veía  que  no  las  tenía  todas
 consigo.
 —Bueno, no es un ataúd con una cruz encima y

 todo eso; pero es un cajón grande y alargado en el
 que  cabe  un  cadáver.  Si  no  te  lo  crees,

 pregúntaselo a Rosi.
 —¿Lo ves como yo tenía razón? No me negarás
 que  es  todo  muy  sospechoso,  sobre  todo  que  le

 diga a Rosi que no toque ese cajón. A lo mejor no
 es un sacamantecas, sino un vampiro.









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