Page 38 - Papelucho - 3° - Julio
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un chiquillo nuevo cada día. Y se  pueden tirar cosas a la calle y se
                  demoran mucho rato en caer y nadie puede saber de qué piso cayeron.

                  Por lo demás, es Semana Santa y no debe divertirse nadie, sino que
                  meditar.
                                                                                                Abril 12
                        Por fin es Sábado de Gloria y se puede hacer lo que se quiere. Ayer

                  sucedieron tres cosas:
                        1° Al caballero del departamento de al lado le dio un ataque y dicen
                  que se puso todo azul. No me lo puedo figurar muy azul, pero la
                  cuestión es que vino la ambulancia  y se llenó el edificio de gente y a

                  cada rato tocaban el timbre aquí, por equivocación.
                        2° A la empleada nueva le salió un litro entero de sangre de narices
                  y le pusieron una llave en la cabeza.
                        3° Se quemaron los tapones del edificio y quedamos todos a

                  oscuras y los dos con Javier aprovechamos para ser invisibles por todo
                  el edificio. Como no había ascensor, era mucho más choro, porque en la
                  escalera nos topábamos con viejas  que resoplaban de cansadas, con
                  empleadas rabiosas, con muchachos atléticos que subían silbando de a

                  cuatro escalones y chocaban con nosotros y casi se mataban, y con
                  cocineras que llevaban la comida a  calentar a otra casa que tuviera
                  cocina a gas, etc. A una le desparramamos la sopa y otra se resbaló en
                  el desparramo y rompió la bandeja. Y a lo mejor, el caballero azul ya ni

                  estaba azul, porque no podían verlo.
                                                                                                Abril 13
                        La señora que vive en el 7° me quiere mucho, porque dice que soy
                  igual a un hijo de ella que se murió hace treinta años. Cada vez que me

                  ve, me da pastillas y me convida a su casa y me habla de su hijo que
                  era muy inteligente. El hijo en el retrato tiene cara de tonto y un cuello
                  de mujer. Ella me mostró sus juguetes, pero sería mejor que me los
                  hubiera dado. Ella es viuda y era su único hijo y dice que yo soy su

                  primera alegría después de treinta años. Me gusta mucho ser la alegría
                  de alguien, aunque sea de esta señora que tiene un poco de bigote. De
                  todas maneras, me prometió llevarme al cine esta tarde, si me dan
                  permiso. Y también si le dan permiso, va a ir a verme al colegio, porque

                  dice que conmigo cree que está vivo el tal Miguelito. De todas maneras,
                  cuando pienso que Miguelito debería tener treinta y nueve años, me dan



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