Page 37 - De porqué a Franz le dolió el estómago
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 eres muy grande y muy fuerte, y a mí me  que la esperaban en la esquina.

 gustan los muchachos grandes y fuertes,   —Jamás va a ir a mi casa! —opinó Franz.
 como tú. ¿No te gustaría visitarnos hoy en   —¡Quizás quiera verme a mí! — insinuó

 la tarde? Tenemos una caja de Coca Cola y  Lily.

 un rico pastel de ciruela. Y si quieres, te   —Te  apuesto  a  que  no  viene  —le
 ayudo a hacer las tareas. Soy muy buena  contestó Franz.

 para el dibujo y tengo muy buena caligrafía.  —Mejor  no  apuestes!  —le  advirtió
 Daniel abrió  mucho  los ojos, pero no  Gabi—. Las apuestas también se pueden

 dijo nada.  perder, ¡y a ti no te gusta perder!
 —Bueno, piénsalo, Vivimos en la Calle   Franz habría perdido la apuesta. A las

 Independencia,  número  101.  Te  tres en punto, esa tarde, Daniel Eberhard
 esperarnos allá. Chao.  estaba frente a la puerta de la casa de Franz,

 Dicho esto, se dirigió hacia Franz y Gabi,  tocando el timbre.
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