Page 164 - Quique Hache Detective
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señora Gallardo. Miento. La vi al otro día, en A veces León llega a tocar mi ventana,
una de las fotografías publicadas en el diario, tarde en la noche, y se queda con nosotros a
junto a otra de Cacho Ramírez que contaba comer. Sigue comiéndoselo todo. A mi mamá
la larga historia del accidente, de don Chemo y a la Gertru les da gusto verlo comer.
Gallardo, su padre, y de cómo destinaría el A veces con Charo conversamos del
dinero de la herencia que le correspondía a futuro, lo que vendrá más adelante. Sobre el
entrenar equipos de tercera división. tema hablamos lo justo, sin exagerar, esa es la
-Y pensar que yo creía que lo habían gracia de esperar el futuro, no saber lo que
secuestrado o que estaba muerto -dijo la vendrá. Yo le digo que por mi parte en el fu
Gertru echándose bronceador en las pier turo estoy esperando un llamado telefónico
nas-, cuando no era sino un lío de dinero. que pregunte por el detective privado de la
Esa gorda Rosaura que no quería compartir casa. Entonces voy a ponerme al teléfono y
su herencia con Cachito. responderé: «Quique Hache, detective, ¿ en
La Gertru concluyó que pensando po qué le puedo ayudar?».
sitivamente, todo lo ocurrido no estaba mal
como recuerdo de ese verano, mientras que
mis primos sólo podrían contar de aburridos
partidos de baby fútbol, asados interminables
y lánguidos atardeceres a la orilla del mar.
Todo esto lo recuerdo también hoy, un
domingo, pero algunos meses más adelante.
Estamos en invierno ahora, y parece tan leja
no el verano del 98.
Con Charo nos seguimos viendo. Al
gunas veces vamos al cine en el centro y pasa
mos la tarde mirando alguna película. Luego
paseamos por el parque Forestal hasta la
Fuente Alemana.
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