Page 71 - El vampiro vegetariano
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-A toda prisa, quiero decir... No, los vam —Lo dice para asustarme.
piros no vuelan, ni pueden convertirse en —Desde luego. Para asustarte y que tomes las
animales, eso es pura leyenda... Bajó por el tubo precauciones necesarias.
de desagüe de la lluvia, y yo fui tras ella por la —¿Qué pasó después de que yo volviera a mi
misma vía; ambos somos buenos trepa dores. La casa? -preguntó la niña, deseosa de cambiar de
alcancé cuar.do estaba a punto de cerrar la tema. No podía soportar la idea de que su
puerta de su balcón, luchamos y... ya sabes el
resto. admirada Camila, la bellísima y dulce Camila,
—¿Y usted por qué estaba vigilándola? fuera una vampira sedienta de sangre, dispuesta
—Porque soy un cazador de vampiros -con- a vampirizarla a ella también.
testó Lucarda con orgullo. —Cuando recobré el conocimiento, Camila
—Tero ¿no es usted un Drácula? estaba escribiendo una carta, que metió en un
—Precisamente por eso. Mi familia ha sido, sobre y dejó en tu balcón. Vi su boquilla en el
durante siglos, un azore de la humanidad, y yo suelo y me la metí en el bolsillo sin que se diera
quiero reparar algo del daño que han hecho mis cuenta... Luego me ató las manos a la espalda, me
parientes. amenazó con matarme si no me iba de la ciudad,
—¿Y ha cazado a muchos vampiros? me encerró en el ascensor y se fue.
—Cazado, lo que se dice cazado, a ninguno - —¿Y usted no se resistió?
reconoció él con pesar-, Pero he desenmas- —Estaba aturdido por el golpe que me dio en
carado a varios, y he salvado a bastantes vic- la nuca, y ella sacó una de esas dagas japonesas
timas de un destino peor que la muerte. Y es que cortan como navajas de afeitar. Además, a
pero salvarte a ti también. pesar de su aspecto frágil y delicado, es casi tan
—¿A mí? -exclamó Lucía. fuerte como yo, y mucho más ágil.
—Sí. Ahora Camila te considera su amiga, y el
afecto de un vampiro» es peor que su odio, pues —¿Por qué no le mató, ni le chupó la sangre, si
querrá convertirte en una de los suyos. es una vampira?
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