Page 70 - Zana y Orejón

viaje se convertían rápidamente en
una larga aventura. gracias de sus hijos, como cualquier
Los dos ancianos los observaban familia, y tantos otros, tan distintos,
y se sentían contentos al verlos bro, tan iguales y tan felices de vivir en
mear y reír. paz en aquella isla. Jóvenes y viejos,

Los colores· de Zana otr vez negros y blancos, los de aquí y los de
brillantes vuel a allá, gordos y flacos, todos los dis,
6 sonre dando aquellas pataditas en tintos que hacen posible la vida, se
el suelo que le hacían saltar las ore, aproximaban alegremente a darles 69
jas. De vez en cuando, miraban a los la bienvenida.
dos ancianos, pero ya sin temor. Romeo y J ulieta sonreían al ver

Poco a poco, de entre los árboles aquel encuentro, bajo un bello sol

y tras las rocas de la playa, fueron que alumbraba a ese lugar de todos
apareciendo otras parejas, otros y de nadie ...
habitantes de la isla. Una perrita

y un zorro, un hombre muy grande
que reía junto a su mujer pequeñita,

una pareja de amigos fonnada por
un pato y una rana muy verde, que

hablaban mezclando el inglés y el
castellano, una muchacha muy be,

lla de la mano de un hombre muy

feo, quien con su canto, decían, po,
día detener el tiempo.

Niños de todos colores, un pe,

rro sin olfato y un cerdito ciego y
bromista, una golondrina coqueta
y su enamorado gato manchado,

cuatro familias que comentaban las
Mario Salazar Muñoz: educacioncreaciva@gmail.com