Page 58 - Amigo se escribe con H (2)

de que H me hubiera mentido y de que, en
realidad, sintiera miedo únicamente a las guerras.
H continuó caminando hasta la cancha de fútbol,
—No he mentido —contestó—. La idea de vivir
donde se juntó con otros chicos y se alejó hasta que
no volvió a referirse a ese asunto. Cuando cualquiera lo felicitaba por la supernota que la maestra le había asignado, él agradecía, sonreía y cambiaba abruptamente de tema, más aún cuando yo me encontraba presente. En un principio, la intriga y la incertidumbre me dieron oportunidad de pensar en los cientos de referirse a su temor real a la memoria. Luego pensé en la
—Que nada, Ant, no quiero hablar más sobre el
—Sí, a mí también, pero tú me habías dicho
—Bien, H, muy bien, te felicito, nos convenciste
H me miró, guardó sus libros en el pupitre y
salió sin decirme nada. Yo lo seguí, lo alcancé en el

casi a todos. patio y le reclamé: —¿Por qué mentiste, H? una guerra me da mucho miedo. que... tema. —Pero, H — —Por favor, Ant. lo perdí de vista. En los días siguientes, H razones por los que H habría preterido no posibilidad