Page 199 - La Casa de Bernarda Alba
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DOÑA ROSITA LA SOLTERA

        MADRE: -Es la verdad, hija mía. No nos podemos extralimitar lo
        más mínimo. Muchas veces les pregunto: "¿Qué queréis, hijas de
        mi alma: huevo en el almuerzo o silla en el paseo?". Y ellas me
        responden las tres a la vez: "Sillas".

        SOLTERONA  1 ª: -Mamá, no comentes más esto. Todo Granada lo
        sabe.

        MADRE: -Claro, ¿qué van a contestar? Y allá nos vamos con unas
        patatas y un racimo de uvas, pero con capa de mongolia o sombrilla
        pintada o blusa de popelinette, con todos los detalles. Porque no
        hay más remedio. ¡Pero a mí me cuesta la vida! Y se me llenan los
        ojos de lágrimas cuando las veo alternar con las que pueden.

                   ª
        SOLTERONA 2 : -¿No vas ahora a la Alameda, Rosita?
        ROSITA: -No.


                   ª
        SOLTERONA 3 : -Allí nos reunimos siempre con las de Ponce de
        León, con las de Herrasti y con las de la Baronesa de Santa Matilde
        de la Bendición Papal. Lo mejor de Granada.

        MADRE: -¡Claro! Estuvieron juntas en el Colegio de la Puerta del
        Cielo. (Pausa).

        TÍA (Levantándose): -Tomarán ustedes algo. (Se levantan todas).

       MADRE: -No hay manos como las de usted para el piñonate y el
       pastel de gloria.


                   ª
        SOLTERONA 2 (A Rosita): -¿Tienes alguna noticia?




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