Page 62 - El Superzorro
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            fón-, qué demonios hacemos?                                      zorro -dijo en broma Benito.
                    -No  sé ...  -le  contestó  Be­                                  -¡Pero no huyas, desgraciado!

            nito-. Pero te diré lo que no hare­                                      -Piernas ... ¡para qué las quie-
            mos: ¡no le dejaremos escapar!                                   ro!  -gritaba  Buñuelo  corriendo  a
                    -¡Eso nunca! -exclamó Bu­                                toda velocidad.                'l'

            fón.
                    -¡Nunca! -gritó Buñuelo.
                    -¿Me  oye  usted,  señor  don

            Zorro? -gritaba Benito, asomándo­
            se  a  la  boca  del  túnel-.  ¡No  nos
            marcharemos  a  casa  hasta  no  verle

            colgado del rabo ... ! ¡Seguimos en pie
            de guerra, para que se entere usted!
                    Y se juntaron los tres granje­

            ros para hacer un juramento solem­
            ne: no regresarían a sus granjas hasta
            no haber dado muerte al zorro.

                    -¡Bueno!,  y  ahora  ¿qué?
            -preguntó  Buñuelo,  que  siempre
            andaba despistado.                                                       Benito se reía sin ganas. Cada

                    -Pues ahora ... te meteremos                             vez que se reía,  se le veían sus encías
            a ti en el agujero para que agarres al                           color violeta, como las de los caballos.
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