Page 53 - Las enfermedades de Franz

Franz sentía cada vez 111ás hambre sos grandes de jugo de fresa, con lo
y su deseo de probar las fresas aumen­ cual se dio un verdadero festín.
taba. iTodos los niños a su alrededor Con el estó1nago repleto y duro
comían fresas a dos carrillos! En­ como una esfera, regresó por la tar­

tonces ya no pudo soportar 1nás y se de a casa. Naturahnente, tenía un

52 comió un pequeño pedazo de torta tre1nendo dolor de estó1nago.
de fresas y bebió un düninuto vaso -lQué tienes, hijo? -le pregun­ 53

de jugo. Luego pensó: "iQue sea lo tó su papá. Franz no pudo responder
que sea! iMe van a salir ronchas de nada, sino que apenas tuvo tiempo
todas maneras, así que eso ya no in1- de llegar al baño, desde donde se
porta ! " oyeron quejidos muy lastimeros.

Se comió dos pedazos 1nás de tor­ La mamá llegó a auxiliar a Franz
ta y un platito de fresas con cre1na, y el chico soltó rápidan1ente el agua
acompañado de dos vasos de arroz de la cisterna. Ella ya había visto, sin

de fresa. Luego vinieron cuatro va- embargo, por qué Franz había solta­

do el agua con tanta prisa. No ne­
c2l'0�-n cesitaba ser adivina para saber qué
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e �¿ ""-� había co1nido Franz.
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'&{:� - \:) do un suspiro-. iQué falta de jui­
cio! iCon seguridad, con1iste fresas
- ,
por montones!
A la 1nañana siguiente, Franz se
había repuesto con1pletamente, pero
tenía el cuerpo tan lleno de ronchas

rojas que era casi imposible ver un
pedacito de piel normal. Estaba colo-