Page 42 - Las enfermedades de Franz
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                   o .:,                                                       1  ( )sacia;  las letras siguieron intactas.
                 ºº   ✓ l<�  �
                   ¡;Y
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                                                                                 on  pintura  blanca.  De  esa  1nane­
                  cs. �  ºº         �\'        .\                              l'é1  pudo  hacer  que  desaparecieran.
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               (�f                                                             ra  e  secó,  empezó a descascararse.              43
                 ,::f  '
               §?
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                --= .                                                          pintura al suelo, y por la noche i ahí
                --
                                                                                  taban  nuevamente  las  letras  ro­
                                                                               ja!

                                                                                  -Nadie me puede ver así -sus­
               �
              3 f ,�,                                                          piraba Franz-. iOdio a Uli!  iElla es
                                                                               t  nta y yo soy su enemigo mortal!

                                                                                  Franz se limpió las lágrimas.
                   Franz  se  levantó  de  la  can1a  y ,                         -Y si Gabi me ve con eso ... -su­
                dando  saltitos,  salió  detrás  de  Jo­                        urró-. Y si ella lo cree, i entonces
                sef, que corrió a su cuarto y cerró la                           staré perdido!

                puerta  con llave.  Franz golpeó vio­                             Josef estaba arrepentido.
                lentamente la puerta,  pero Josef no                              -Mi intención era sólo hacer un
                se inn1utó. Sólo vino la señora Frías                          buen  chiste -dijo.  Y agregó-:  Lo

                y refunfuñó:                                                   siento. Ponte un pantalón largo.
                   -iDéjate  ya  de  tonterías,  niño                             Pero  el  pantalón  largo  de  Franz
                malcriado!                                                     no le pasaba por la pierna enyesada.
                   Franz  trató  de  quitar  con  agua                         Su  mamá  hubiera tenido que abrir

                ese  "I LOVE  ULI"  del  yeso,  y  sólo                        la  costura  del  lado  izquierdo  y  co­
                logró que la superficie blanca en tor­                         serle una cremallera que, infortuna­
                no al letrero se volviera un poquito                           da1nente,  ella no tenía. Además,  ya
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