Page 39 - Las enfermedades de Franz
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-Tu ma1ná está aquí hace tien1po
y te está esperando afuera. ººº
ººº
Entonces el chico se repuso y su ººº
voz se volvió nuevamente normal. 0 (JO
-lPodré ir mañana a la excursión
así, enyesado? -le preguntó a aque, ,'-, ¿;F-..2/;._
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-Imposible -le respondió esta-. <; '7 ,
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permanecer en el hospital, y de que o , . /
te puedes ir a casa con tu mamá.
Franz 1novió la cabeza pues esto le
pareció 1nuy razonable.
Finalmente, cuando el yeso ya es,
taba completamente seco, su man1á Ca1nino a casa, la ma1ná de Franz
pudo entrar en el cuarto. iba sentada en la silla plegable. Cuan,
-iOh, mi pobrecito Franz! -ex, do llegaron, los dos hombres alzaron
clamó y lo estrechó en sus brazos. a Franz y lo entraron en la casa; mu,
-Ya estoy bien -observó el chi, chos vecinos estaban asomados a las
co. ventanas y saludaban al niño.
-i Qué valiente! -dijo su man1á. Franz se acostumbró pronto al
-Sólo fue un golpe -agregó yeso, que no le impedía saltar por to,
Franz. dos lados. A Gabi la pierna enyesada
Los dos enf ern1eros llegaronnueva, de su amigo le parecía "el últin10 gri,
mente, pusieron a Franz sobre la ca, to de la elegancia".
milla, lo llevaron hasta la a1nbulan, Un día, tres sen1anas después del
cia y lo e1npujaron hacia adentro. accidente, Gabi le dijo: