Page 24 - De porqué a Franz le dolió el estómago
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Cuando los niños se calmaron, les
preguntó:
—¿Quieren leer o prefieren escribir algo
en sus cuadernos?
Los niños prefirieron leer y tomaron sus
abecedarios, salvo Franz, que se quedó
mirando a Zac Zac con la boca abierta.
—Franz, saluda a tu querida abuelita de
mi parte —le dijo Zac Zac.
Entonces, Franz se puso de pie, y a su
vez le dijo:
—Salude usted a su querida madre de mi
parte, señor Soboda —y sonrió aliviado.
Zac Zac también sonrió.
Quizás se ganó la lotería —le susurró
Hans a Xavier.
—Queridos niños —continuó Zac Zac
—Sería más agradable para todos que se
calmaran un poco.