Page 42 - Julito Cabello, los zombis enamorados

Todo bien, pero en medio de los nú, ¿Será por el libro que está escribiendo,
meros del cuaderno del Aarón, aparecían habrá visto demasiado a las Chicas Su,
unos corazoncitos que mi amigo había di, perpoderosas o se habrá aburrido de vivir
bujado. con tantos hombres en la casa?
¿Será contagioso? No sé.
Salimos de la pieza sólo para hacernos Nos miró como si fuéramos protago,
unos panes con palta y un vaso de leche. nistas de Animal Planet, dio la vuelta y se
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Mi casa, como ya les conté, seguía patas volvió a encerrar. Inmediatamente escu,
para arriba. Además que el hamster (hu, chamos el teclado del computador.
mano) se había comido casi todo el pan,
mi papá andaba como perdido sin mi
mamá y ella seguía muy encerrada cscri,
biendo sin parar.
Pero, de repente, ella abrió la puerta,
nos miró, vio el desorden que teníamos
en la cocina y dijo:
"¿Por qué los hombres no tienen la ca,
pacidad organizativa de nosotras, las mu,
jeres ?"
Primero, mi papá abrió la boca. Des,

pués, el Aarón y, luego, yo. Hasta el Bel,
trán la abrió y se le cayó un montón de
migas todas masticadas (qué asco).
Mi mamá no es así. O, más bien, no
era así.
Parece que se puso feminista, con todo
ese cuento de las mujeres contra los hom,
bres.