Page 152 - Julito Cabello, los zombis enamorados

nado y hasta con desodorante. Hice hora
rapidito y vuelves rapidito también ¿ya?
Y se fueron. Y nos dejaron solos en fa
mitad del paisaje del pleistoceno enamo­
rado.
Ese día era mi día de baile. Ya tenía la
dirección de la Andrea y tenía que pasar a
buscarla tipo 6. A las 4 ya estaba listo, pei-
bailando La Vaquita Loca con el hamster
y luego dije "bueno, chao" y me fui.
Y allí quedó mi hermanito, tomando
mate con los cuatro veteranos (porque don
Luis ya se hizo parte del carrete fósil).
Y me fui.
En la micro iba un poco nervioso. 151
Eléctrico de nuevo. Y con la guata
como MUY vacía.
Cuando llegué a la casa de la Andrea
me abrió una Andrea, rero más grande. O
sea, la mamá de la Andrea.
-Hola, J ulito. Te están esperando.
Puedes pasar por ahí ( y me indicó un pa­
sillo).
-Muchas gracias, dije yo SÚPER edu­
cado.
Lo primero que me llamó la atención
( y era que no) es que In casa tenía pocos
muebles y estaba llena de cajas. No había
cuadros en las paredes y en el suelo había
un montón de cosas ch ic:1s envueltas en
papel de diario.
Era una mudanza.
Justo estaba deducicndu esto, cual Ca­
bello-investigador, c u andt 1 la Andrea me
abrió la puerta de su i eza.
p
No estaba muy vcsriLh1 como para el