Page 62 - Las enfermedades de Franz

A Franz, finalmente, no le dio
escarlatina y las tres semanas fue,

ron maravillosas. Su mamá pidió
una licencia para ocuparse de J osef,
pero este pasaba la mayor parte del

tiempo durmiendo, así que la 1namá
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tenía una gran cantidad de tie1npo
dispÓnible para Franz. Para jugar y
contar historias, para cantar cancio,
nes, para consentirlo tiernamente y ,

e n fin, para hacer todo lo que Franz
quería.
Con frecuencia, Franz le pregunta

a su hermano Josef:
-lCuándo te vuelve a dar eso?
J osef, sin embargo, ya se lo ha ex,
plicado cientos de veces:

-iNunca más! La escarlatina da
solan1ente una vez en la vida.
Franz, sin en1bargo, no pierde la

esperanza. Después de todo, en la
vida sien1pre hay excepciones.

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